El mar adentro

EL MAR ADENTRO

El trabajo surge de la invitación por parte de Clínicas Colectivas de Artes Visuales. Me encontré queriendo conectarme con el texto “Hija” de Mariana Anghileri. Publicado en TEATRO POR LA IDENTIDAD, Ciclo 2001, con el que trabajé hace unos años, pero las vivencias y el tiempo me han hecho encontrarme con otra yo, que ya no puede decir aquello, sino contar solo esto.

 Presentación en el marco de las clínicas colectivas de artes visuales 2018. En la vecinal del paraje entre ríos. Lago Puelo, Chubut. 6 de abril.


















Tengo piel blanca, ojos azules.
Perdí 2 muelas que no eran de juicio, de juicio ya no me quedaba ninguna. SUFRO. Un perno corona.
El pelo se me cae.
Según el clima sufro de piel seca, Acá por suerte no. Acá sufro de alergia al polen, cerca del mar por suerte no.
Me gustan más las cosas dulces.
Me río, observo.
Tengo una hija.
Lloro. Todo lo que puedo, no me gusta guardar las lágrimas para ocasiones especiales, para fiestas o algo así. Llorar me hace recordar que tengo el mar adentro.
SOY MUJER.
Estoy atravesando una crisis habitacional un tanto intensa.
Duermo mal, a veces poco.
Mi apellido es turco, sirio libanes” para ser más específica, aunque la sangre que más corre en mis venas es Italiana.
Además del apellido de la familia de mi papá “Jorge” heredé la altura y “el mal carácter”!.. Mis hermanas me dicen “abuela Isabel” (FOTO)... Dicen que soy igual, que me parezco físicamente, que grito, peleo... y que me gustan las plantas…mmm (PIENSA)... La abuela siempre vivió cerca del mar.
El que está al lado es el abuelo Armando, va en realidad se llamaba Pablo... Nunca supe por que le decíamos Armando, y la abuela tampoco se llamaba Isabel, se llamaba Elizabeta, aunque sus papas le habían querido poner Sambeta y no los habían dejado… Los dos tenían nombres que no los llamaban, que no los identificaban… como si no fueran suyos...
Hace un tiempo alguien me dijo que no podría vivir en el mar por todo ese incansable movimiento que tiene… no deja de ir y venir… ir y venir… Nunca había pensado en eso… nunca había pensado lo que necesito ese movimiento...
(SACO DEL BOLSILLO UNOS OBJETOS ROJOS, UNAS FOTOS DE CIRCO) Pásenlos...
Estos son mis más tesoros.., me encantan… Estamos con mi hermana Yami y mis viejos en algún circo.
Hay algunas cosas que me fascinan de estos objetos, por un lado reflejan la felicidad genuina de un niño… sin más que ser feliz… y por otro lado que lo me desarma es esa sonrisa con papada que la veo también en mi hija y me mata…o mejor dicho me da un bonus track de más vida!!
Cuando estoy al borde del estallido cierro los ojos y veo mis pies como se unden en la arena y el mar que viene a tocarlos… a veces las olas son fuertes y grandes y me tapan hasta los tobillos y otras veces viene despacito, y apenas logra tocarme el dedo gordo del pie…….
Nací en el 81, en Necochea… en la playa… el abuelo Armando decía que yo era una botella de aceite, porque nací con 50cm de largo. Ya tenía dos hermanos, Paula de 9 y Jorge de 7... Cuando supo que había nacido nena... quiso irse de casa... ja… se fue a los 30!!
En el 83 nos mudamos a otro mar, a Comodoro Rivadavia… Recién terminadita la guerra de Malvinas.
Mis abuelos Pancho y Nelly vivían en capital, mi abuela muy trabajadora, poca risa y mucho determinismo. Mi abuelo… machista y facho... mi mamá aun no lo perdona... pero estoy segura que por otras cosas...
El tamaño de estos dientes vienen de por ahí!!
No tengo primos.
Hay algo extraño en mi familia... todos cumplimos las mismas fechas o parecidísimas...
Mi hno. Jorge – mi sobrina Cande 5 de septiembre
Mi hna. Yami – la tía Pochi 23 de septiembre
Mi hna. Paula y su hija Luli el 23 y 26 de noviembre
Yo y mi sobrino Emi el 12 y 13 de agosto
Mi mama y la hija de Mateo el 1 y 2 de febrero
Mateo y mi abuelo el 17-18 de junio


Tengo una vértebra desviada y el tabique quebrado.
Amo dormir con las cortinas abiertas y que el sol me dé en la cara.
No me gusta ni el café, ni la coca cola.
Los viernes se come piza.
Trabajo más de lo que desearía.
Deseo más de lo que puedo en este tiempo limitado de vida.
Sueño con ser yogui, aunque cada vez hago menos yoga.
Adoro ordenar, solo lo que se ve.
Me gustan los abrazos, y los que más me abrazan son los de Mateo.
Detesto los pies de otras personas, entro en crisis si me tocan, pero no puedo parar de mirarlos.
Cuento todo esto porque puedo contarlo, porque puedo decir quién soy. Y agradezco saber y decir quién soy. Mi nombre es maría Cecilia Agel. Y lo digo porque puedo decir quién soy.
¿USTEDES PUEDEN DECIR QUIENES SON?
¿PUEDEN DECIR SUS NOMBRES?
¿USTED?, ¿USTED? Y ¿USTED?













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